El orfanato

Era un día como cualquier otro en el orfanato, como de costumbre, jugábamos a la pelota. Había dos equipos, yo estaba en el de Mati, mi mejor amigo del lugar. Jugando me percaté que en el techo del orfanato había un hombre extraño mirándonos fijamente. Me pareció extraño, hasta me asustó, pero lo dejé pasar así sin más.

Cayó la noche y era hora de dormir, ya acostado me puse a pensar en ese extraño hombre. ¿Quién era? ¿Qué hacía en el techo? Al final, me terminé quedando dormido. Desperté exaltado por el grito de mis compañeros y un fuerte olor a quemado, estaba solo en el cuarto, desesperado corrí al pasillo. Me encontré todo hecho un desastre, gente corriendo, pero lo peor, ¡fuego! Se estaba incendiando nuestro hogar. Corrí hacia la salida más cercana, estaba totalmente sellada, seguí buscando escapatoria pero todas estaban selladas por el fuego.

De repente, me crucé con Mati, le pregunté si conocía alguna otra salida, me dijo que sí y nos dirigimos hacia el sótano. Ya en el sótano oscuro y frío nos metimos por un hueco en la pared, que nos llevó a una zona que nunca habíamos visto, una especie de orfanato antiguo. Luego de caminar por un rato, sentimos un fuerte olor a podrido, miramos hacia un rincón y encontramos el cadáver de Pablo, un compañero que creíamos se había ido ya hace unos meses.

Seguimos nuestro camino hacia alguna posible salida, cada vez más oscuro. Usamos un encendedor de Mati para alumbrar, y nos dimos cuenta que ya no estábamos en un orfanato antiguo, sino en una especie de catacumba. Una fuerte ráfaga de viento apagó el fuego del encendedor, escuché un fuerte grito de mi amigo y sentí algo que se movía al lado mio.

A oscuras tanteé con mis manos el suelo y encuentré el encendedor, lo enciendí y no ví a Mati por ningún lado. Seguí mi camino preocupado por él, por el miedo que tenía de que el incendio me alcanzara y, de repente, me crucé con un destello de luz que me llevo a una especie de puerta en el techo. Subí unas escaleras y la abrí. Me encuentré con un panorama apocalíptico, de película, una especie de ciudad abandonada. Al observar me percaté de que eran las casas que rodeaban el orfanato, pero no había nadie.

Miré hacia donde estaba el orfanato, pero solo ví ruinas. Me dí la vuelta y ví al hombre del techo mirándome fijo. Comenzó a caminar hacia mí y noté que tenía una muñequera muy particular, le pedí que se la sacara. Con una sonrisa extraña lo hizo, ví una cicatriz muy característica en forma de “T”, que era la que tenía Mati.

Nahuel Núñez

PARLAMENTO VTE LOPEZ

PARLAMENTO VTE LOPEZ

PARLAMENTO JUVENIL - 2019 Durante el mes de mayo,alumnas de 4º y 6º año participaron del Parlamento de la Juventud de Vicente López. Los ejes sobre los que trabajaron fueron Cultura y Desarrollo Social. Participaron con gran compromiso y entusiasmo de las dos...

leer más
CLUB TED ED 2017

CLUB TED ED 2017

El programa Clubes TED-Ed tiene como propósito acompañar a sus estudiantes en el descubrimiento, la exploración y la presentación de ideas en forma de charlas cortas al estilo TED. Es una propuesta educativa para escuelas secundarias que busquen embarcarse en el...

leer más